martes, 27 de mayo de 2025

La sombra helada de la memoria

 


Escribo casi al mismo tiempo que estoy seguro que estoy empezando el proceso de desaparecer del todo. Cada minuto que pasa es el momento en el que se inicia una cuanta atrás. Somos todas las cuentas atrás de las que no somos conscientes, estamos hechos de inicios con un solo final.

Me pregunto si el encuentro fortuito con C tiene algo que ver con que M se ha convertido en todos los inicios que he deseado los últimos días, con todos los principios del resto de mi vida. Por eso me releo y me acuerdo de que hace poco más de un mes nada de lo que tengo ahora con ella era una remota posibilidad, un imposible que empieza a parecer posible. Ni siquiera sé aún si lo es. 

Y entonces aparece C y me dice que le hubiese gustado almorzar conmigo. Nada tiene menos sentido que eso. C es pasado como probablemente lo será un día M, en cuanto la decepcione. Se me da bastante bien decepcionar. Es una maldición disfrazada de hábito.

Persigo al hada, le digo que la quiero, pero me cuesta hacerlo porque somos dos estrellas errantes cruzando el cielo en sentido contrario que tarde o temprano se irán alejando. ¿Qué me quedará entonces? Seremos el recuerdo fugaz el uno de la estela del otro.

En otro tiempo mi vida acabaría de encontrar su sentido. Hoy, sólo es un momento de confusión más. 

Vivo el momento. 

Me pierdo, como siempre.

Pienso en los ojos azules intensos del hada de la ciudad del agua y no sé qué me pasa. Había soñado con ella desde que era un niño y ahora... está ahí. Vino de la otra parte del mundo. Y no creo merecerla y al mismo tiempo no sé si tengo derecho.




sábado, 10 de mayo de 2025

El mundo

El mundo baila en tu mirada cuando te miro


 

lunes, 28 de abril de 2025

48 Km.

 


Si supiera a dónde ir, iría sin pestañear, dejaría lo que estuviese haciendo y me plantaría en la puerta de tu casa; pero no sé dónde vives.

Si supiera a dónde ir vendría con las maletas vacías para que las llenaras de tus cosas y vinieras a vivir a casa, a esa casa de dos plantas que he decorado para ti.

Iría para que pensaras que vuelven a por ti cuando se fueron, que vuelven a por ti, que todo fue una equivocación y ya se ha solucionado. Iría a buscarte hasta el fin del mundo para tratar de curar la herida que nunca acaba de cerrarse. 

Todo el mundo te abandona porque aprendieron el lenguaje del "dime que me quede".

Todos necesitamos que alguien nos diga "quédate" y todos necesitamos alguien que venga a buscarnos para decirnos "no tengas miedo de volverte a quedar sola".

Nunca estarás sola, pero siempre serás alguien que se siente bien dentro de esa otra piel que te protege al mismo tiempo que te aísla. Saber que se está sola es no correr el riesgo a que te dejen.

Haría lo que sea, pero no me dejaría hacer lo que fuese.




lunes, 21 de abril de 2025

Curas de urgencia




Si todo importara, yo te importaría. Si todo contase, contarías conmigo. A cambio yo te escribiría y te daría a cambio el unguento que cura heridas. Solo que a veces no queremos que cicatricen. Me pregunto cuál será la mía.

Creo que acabo de encontrarla. Al menos una de ellas. Algo que pasó y uno cree que es pasado, pero no. Las heridas que no se curan se infectan y te debilitan, evitas hacer cosas por dolor, evitas hacer cualquier cosa que pueda provocar otra. 

A M la abandonaron, y pasará toda su vida desconfiando y, cuando no sepa qué hacer abandonará ella, porque "eso" se convierte en un lenguaje, el hurír antes que huyan, el no saber de alguien a que no sepan de ti.

M desapareció sin casi decir nada. Abrió otra puerta y se fue sin decir adiós como se fueron antes casi todos los míos. Se irá y lo seguirá repitiendo hasta que alguien la haga sentir como en casa. Y su hija lo repetirá con ella porque eso se transmite como si fuera un idioma, como los modismos, como el conocmiento.

A M le daré siempre las gracias por mostrarme la importancia que tiene en nuestras vidas lo que nos marca un día que no olvidamos nunca.

Veo a M frente a una puerta, de niña, y cómo se le cae el mundo encima tras que esa puerta no se abra. El dar media vuelta y el irse con el corazón roto. 

Ella no lo sabe, pero aquella niña sigue allí, esperando que esa puerta se abra, la abracen y la dejen entrar.

Y yo voy a amar a esa niña lo que me queda de vida, como a todos los niños que no comprenden por qué las cosas acaban siendo diferentes a como deberían ser.

Mientras, seguiré enviándole mensajes para que sepa que no me olvido de ella.

Necesita que no se olviden.

Todos necesitamos a alguien, en algún lugar, que nos diga que no nos olvida.



 

martes, 15 de abril de 2025

El amargo don de la presencia

 



Siempre digo que suelo llegar a la vida de alguien para que se recupere de algo. No es que lo diga por decir, el guión casi siempre es el mismo: llego y hay un cambio de trabajo, un cambio de domicilio, un cambio de pareja, un cambio de destino. 

Y yo estoy ahí.

Me hubiese gustado tener a alguien como yo al lado en los últimos años. Hago reír, hago soñar, hago poner los pies en el suelo. Abro portales estelares o abro botellas de vino, depende del momento, pero sobre todo estoy ahí.

Luego todo pasa. Me olvido o me olvidan. Es algo kármico. Casi siempre me voy yo. Es un pacto que tenemos. Voy desapareciendo poco a poco o de golpe. Es fácil desaparecer, sólo tienes que dejar de hacer lo que fuese que hicieras para llamar la atención.

Estos días estoy haciendo reformas en mi piso. Estoy poniendo parquet y voy a pintar de gris las paredes. La vida es cambio. Dejar el piso de mis padres está siendo duro. Gerard contrató a una emprea para vaciar el piso y cuando fui ya habían entrado y se lo habían llevado casi todo. Toda la vida de mis padres y gran parte de la mía.

De mi hermana ya no queda casi nada.

Apenas sus hijos.

Sentí morir a mi hermana. Mi madre y yo nos despertamos al mismo tiempo y salimos al pasillo. Nos miramos y decidimos dejarla ir. A un kilómetro de distancia ella se dejó ir. No imaginaba que casi once meses después lo haría la persona que tenía en frente. Todo se va. Si he aprendido algo estos últimos años es que hay que aprender a decir adiós.

Hay que decidir dejar ir lo que tenemos agarrado.

Hay que soltar para que nos suelten.

Parece fácil, al menos decirlo. Lo fácil, a veces, es lo que más cuesta.

Hacía días que no escribía. Estamos en semana santa y apenas había escrito tres entradas. Pienso muhco en María B. Me gustaría que María B fuera una persona más sencilla, pero no conozco a nadie que tenga tantos frentes abiertos.

Nunca mejor dicho.

No sé si quererla o estar ahí hasta que, como sospecho, se irá. Me gusta cuando dice que nadie pela mandarinas para ella. Me hace gracia y al mismo tiempo noto que es algo importante para ella. No soporta el olor de las pelas en sus manos y, al mismo tiempo, le gusta su sabor...

Y a eso se reduce todo





miércoles, 2 de abril de 2025

La herida


Si pudieras leerme escribiría cosas bonitas. Cosas bonitas que te contaran la fuerza que todos tenemos por sólo nacer y sobrevivir en un lugar al que venimos sin nada. Te diría que todo irá bien aunque no lo sepa, porque quiero que todo te vaya bien a pesar de que no tenga nada que ver contigo. Te lo diría porque me recuerdas a alguien a quien me hubiese gustado decírselo y no pude. Uno hace las cosas tarde casi siempre, cuando ya no hay remedio, cuando el destino ya ha golpeado cuando más débil estabas.

Si pudieras leerme escribiría cosas que tienen que ver con las mariposas azules que viven en un lugar recóndito del bosque, el claro del bosque desde donde se puede ver cielo de los primeros días de primavera, a donde pertenecemos sin ni siquera saberlo, somos almas llenas de la frondisidad de las tierras del norte. Si puderas leerme sonreirías porque sabes que es cierto.

Te diría "vamos a las montañas" e iríamos con las mochilas ligeras. Yo necesito todo eso tanto como tú. Necesito el gran silencio de las montañas y el sol, hablar en el lenguaje de los árboles y el agua. Necesito saber que todo eso significa algo a lo que no soy capaz de darle nombre por mucho que exista dentro de mí. A veces pienso que es lo único que importa, dar tiempo y espacio al animal que nos habita, cuando el cuerpo sólo es una cueva en la que entrar y refugiarse de los otros.

A veces me aislo, me había construido una vida para poder hacerlo. Como ahora, que estoy en un bar de carretera escribiendo esto, un miércoles a las 12 del mediodía, nunca sabrás lo iguales que somos porque nunca nos conoceremos. Nunca sabrás que tenemos heridas parecidas aunque no sean igual de profundas. Por eso trato de hablar contigo y me mantengo a distancia. A veces no puedo, me acerco demasiado. Sé que me acabarás mordiendo, pero el mundo es eso; morder o ser mordido, tratar de querer a pesar de no saber qué es y con todo por delante para no saberlo nunca.  

Por eso me gusta que me cuentes historias aunque no sepas contarlas porque al hacerlo para ti misma, cicatriza algo antiguo, algo que no tiene nada que ver con el amor y al mismo tiempo no haya nada que se le parezca tanto. 

Gracias por haberme enseñado tanto en tan poco tiempo.

Ojalá encuentres eso que te haga sentir como en casa.

Lo deseo de veras



lunes, 20 de enero de 2025

Carelia

 




Hace frío. La nieve son cuchillas hechas de agua que cortan los pies y la tierra. Una tierra que ya no es nuestra a pesar de que seguimos perteneciendo a ella. Somos miles, tantos que no alcanza la vista el final de la columna que avanza hacia la otra tierra que se llama igual que la que dejamos atrás, pero que la habitan otros que no son como nosotros. Mueren muchos. Morirán más. Morirá la lengua, se extinguirá nuestro modo de vida, se nos tragará la Historia.

La Historia de la humanidad es la historia de gente que huye y busca un lugar al que pertenecer de nuevo hasta que tenga que volver a huir diez o doce generaciones después. La historia de la humanidad es tener que decidir si huir o quedarse, si morir de nostalgia o someterse.

Veo la nieve caer. Karelia queda cubierta por la nieve que no veremos derretirse en primavera porque estaremos muy lejos, en un lugar al que no pertenecemos y donde no nos querrán. Donde no tendremos nada, donde no nos dejarán ser un pueblo.

Hablamos carelio entre nosotros, no podemos hacer otra cosa porque el idioma se aprende de las personas que te quieren. Primero dirán que es un dialecto y luego lo acabarán acorralando hasta que se olvide. El mundo es un viaje en el que siempre hay alguien que no quiere viajar porque ama la tierra y sabe que la tierra lo ama a él. 

Es raro ser apátrida. Es raro ser un exiliado de un parís pequeño al que casi nadie conoce.

Es raro ser la primera generación que nace en otro lugar al que no pertenece su familia.



viernes, 3 de enero de 2025

Barcelona




Bueno, ya sabes, quería pasar más tiempo contigo, pero el tiempo se me fue de las manos. Pero siempre pienso en ti. A veces me siento contigo y hablamos. Sabes cómo saber más y mejor que yo. 

A veces te beso, pero casi siempre hablamos uno muy cerca del otro.

Por muy lejos que estemos siempre estamos a una mirada corta de distancia.



jueves, 28 de noviembre de 2024

Todo lo demás




Nunca sabrás que he escrito esto y me gusta saber que eso es así, no me gusta decir adiós, aunque mi vida es adiós perpetuo. Yo no podía vivir sin ti. Y ahora voy a tener que hacerlo todo el tiempo que me queda de vida. Me hubiese gustado haber tenido una oportunidad, pero yo no he tenido nunca ninguna. El tiempo no me va a dar la razón, porque la razón era lo único que nunca he tenido. Ni tiempo. Ni nada.

Si volviera hacia atrás en el tiempo creo que hubiese hecho las cosas de otra manera. Te hubiese querido menos, me hubiese obsesionado menos contigo. 

Espero que seas feliz, pero no tanto como lo hubieras sido junto a mí.





 

domingo, 24 de noviembre de 2024

Empezar de nuevo

 


Uno no puede llegar a donde no ha llegado nunca antes sin recorrer un camino desconocido. Uno no puede dejar de querer sin haber querido antes. No se puede saber lo que no se sabe aún. No se puede vivir sin haber nacido. No se puede morir sin haber vivido. No puedo renunciar a ti sin haberte tenido.

Nadie tiene a nadie, eso es verdad. Nadie posee, nadie tiene el derecho a ser una parte de otro. No se puede vivir a expensas de otro, no sin romperte como un espejo.




miércoles, 20 de noviembre de 2024

OVNIS

Al final las cosas siempre salen más o menos bien.






lunes, 18 de noviembre de 2024

Todos nuestros antepasados



Te hubiese gustado Elena y tú le hubieras gustado a ella. Hay personas que están destinadas a conocerse sin que acaben por coincidir nunca, no les llega momento, se extravían antes, o no cogen un tren o un avión a tiempo, o se les olvida añadir días a su vida. Me hubiese gustado estar allí, en ese momento en el que tú la mirases y ella te mirase por primera vez, cuando ella te hubiese preguntado tu nombre y cuántos años tenías. Me hubiese sentido orgulloso de tu respuesta fuese la que fuese, tímida o decidida, con voz de niña o con voz de quien quiere aparentar ser mayor de lo que en realidad es. 

Me hubiese gustado haber pasado más tiempo contigo, haberte cogido de la mano para cruzar más calles, detenerme en más semáforos contigo, haber ido más veces contigo al parque, haberte llevado a más fiestas de cumpleaños, bueno, ya sabes, todo eso. Si lo hubisese sabido no habría trabajado tanto pensando que lo hacía para tener más dinero con el que comprar tiempo, cuando el tiempo ya lo tenemos, y no lo veía a pesar de que nadaba en un océano de tiempo en el que tú también estabas. Pero yo salía a la orilla y me iba a buscar no sé muy bien qué, perseguía una quimera en la que tendría una libertad que, en realidad, ya tenía.

Porque en el fondo, la libertad no es un estado ni un lugar, la libertad es poder estar con quien quieres estar. 

Y que quieran estar contigo.

Es bien sencillo. O al menos lo es hasta que es demasiado tarde. Luego, todo se complica. Y a mí se me complicó el día en el que dejé de ser quien creía que era. Porque yo creía ser tu padre aunque no lo fuera y aunque ya lo supiera se me olvidó a poco que fueron pasando los días, las semanas, y los meses. Debe de ser cierto eso de que la realidad se la construye uno a base de obviar lo que no desea que suceda.

Pero siempre ocurren cosas, minúsculas catástrofes anunciadas por señales inapreciables. Un día tu madre dijo que había conocido a otra persona y dejé de ser quien era. Y tú te fuiste a otro lugar que yo no sabía ni que existía para darme cuenta de que todo el tiempo que había comprado sólo servía para no saber qué hacer con él.

Por eso creo que te hubiese gustado Elena y tú a ella: porque a ninguna de las dos le hubiese distraído nada que no fuese estar la una con la otra, porque a las dos os gusta ser y estar en cada momento en el lugar en el que estabais. Porque crecer es aprender a pensar en dónde estarás mañana en lugar de vivir donde está uno, querer ser alguien que no se es y que no está muy claro que se quiera ser. No se pude crecer sin tener expectativas. Y claro, las expectativas hay que cumplirlas.

Y para cumplirlas hay que querer ser alguien que no se es aún.

No merece la pena llegar a ser otro, pero menos no llegar a serlo nunca persiguiendo serlo toda tu vida.

Le hubieses gustado a Elena porque ella no hubiese esperado nada de ti, sólo hubiera querido conocerte y pasar tiempo contigo. A ella no le importa casi nada que tenga que ver con cumplir expectativas. Por eso me gusta estar con ella. No quiere nada de mí más que la quiera. A veces ni eso. Sólo quiere que esté; saber que existo y que pienso en ella. Quizá el amor sea eso. Saber que piensan en ti cuando estás pensando en alguien, y que acabarás el día con una presencia invisible aunque estés solo. Que puede que recibas una llamada y al otro lado del teléfono una voz te haga saber que le importas.

Que sabe que nada importa lo suficiente, pero que si importara algo de verdad ese algo serías tú. 

Quizá no sea la mejor definición del amor, pero cuando tú y yo dejamos de vivir bajo el mismo techo, pensaba en ti todo el tiempo, y de alguna manera esa era la forma en que tenía de poder seguir queriéndote.

Invisible y lejano. Como un ángel de la guarda sin poderes.

Como un antepasado que desde el más allá nos desea todo lo mejor.